La conducta de la compañía francesa podría tener graves consecuencias para la salud de la población local, como malformaciones congénitas, mientras la Unión Europea pretende debilitar la legislación que obligaría a las empresas a responder de los daños ambientales.
Una nueva investigación de Global Witness ha descubierto pruebas de que Veolia, multinacional francesa especializada en la gestión de residuos y aguas, puede estar poniendo en peligro la salud pública y ecosistemas de Colombia al arrojar toxinas de un gran vertedero, o relleno sanitario, a una zona protegida de humedales.
Un video grabado en secreto muestra a empleados de Veolia vertiendo contaminantes líquidos sin tratar, conocidos como lixiviados, de un gran vertedero a humedales cercanos en 2023.
En los análisis independientes realizados aguas abajo después de que se observara el vertido se detectaron concentraciones peligrosamente altas de metales pesados, entre ellos mercurio en una cantidad 25 veces superior al límite seguro para la vida acuática*. El mercurio, un contaminante muy tóxico, se ha relacionado con graves problemas de salud, como malformaciones congénitas y retrasos en el desarrollo de los niños pequeños.
Además del mercurio, los resultados de los análisis mostraban la presencia de altas concentraciones de otros metales pesados en las muestras, como el cromo —asociado al cáncer y a daños hepáticos y renales—, el plomo —relacionado con daños neurológicos y cerebrales— y el manganeso —que puede afectar a los pulmones.
Ana Caistor Arendar, responsable de campaña de Global Witness, declaró:
Esta investigación destapa un ejemplo más de una corporación europea multimillonaria que opera con una pasmosa falta de consideración por el medioambiente.
Resulta absolutamente vergonzoso que pueda estar sucediendo algo así mientras la UE se plantea atenuar varias leyes concebidas para obligar a empresas como Veolia a rendir cuentas.
Veolia negó que la contaminación por mercurio pudiera deberse a sus actividades y aportó datos de control internos que mostraban la ausencia de este metal pesado.
Sin embargo, el análisis solicitado por Global Witness a especialistas en la materia —que plantearon que los videos mostraban «una atroz y descarada mala praxis»— concluyó que las pruebas aportadas por Veolia eran insuficientes para descartar el vertedero como causa.
Los humedales situados aguas abajo del vertedero abastecen de agua potable a 200.000 habitantes de la cercana ciudad de Barrancabermeja. Además de los graves riesgos para los ecosistemas y la salud pública, la investigación pone de relieve el peligro al que se enfrentan activistas y especialistas de Barrancabermeja, donde quienes han denunciado daños ambientales han sufrido ataques directos. El problemático pasado de Colombia ha convertido Barrancabermeja en uno de los lugares más peligrosos del planeta para denunciar peligros ambientales.
El doctor Yesid Blanco, un pediatra que ya había advertido de un aumento de las malformaciones congénitas en las comunidades cercanas al vertedero, se vio obligado a huir del país en 2018 tras recibir amenazas de muerte. No es el único activista ambiental que ha tenido que abandonar la zona por ese motivo.
Colombia sigue siendo uno de los países con la mayor tasa del mundo de asesinatos de personas que trabajan en defensa del medioambiente. Según informes de Global Witness, ha registrado el total de homicidios de personas defensoras de la tierra y el medioambiente más alto del mundo desde 2012.
Veolia asumió la gestión del vertedero en 2019. Si bien no hay indicios de que la empresa esté implicada en las amenazas contra activistas, la investigación plantea cuestiones urgentes sobre la responsabilidad corporativa y ambiental.
Los resultados llegan en un momento en que la Unión Europea (UE) inicia conversaciones para debilitar importantes medidas de responsabilidad corporativa, como la directiva sobre diligencia debida de las empresas en materia de sostenibilidad, una legislación concebida para responsabilizar a las empresas europeas de daños ambientales y violaciones de derechos humanos cometidos en el extranjero.
Beate Beller, activista de Global Witness, declaró:
Se ha descubierto a una empresa europea multimillonaria vertiendo material tóxico en una zona natural protegida, posiblemente contaminando así el suministro de agua de cientos de miles de personas. Se trata de un claro ejemplo de colonialismo tóxico, en el que empresas de las naciones más ricas se burlan de las medidas de protección del medioambiente y los derechos humanos de países más pobres.
La Unión Europea estaba en vías de atajar este problema al haber acordado una legislación pionera para responsabilizar a empresas como Veolia de las prácticas perjudiciales que realizaran fuera de la UE.
Sin embargo, parece que, en el marco del grave atentado de la UE contra las protecciones ambientales y climáticas, esta directiva está en el punto de mira. Por eso, instamos a los responsables políticos a rectificar de inmediato.
Remarque aux rédacteurs
*Mientras que Colombia no dispone de un marco jurídico que regule el límite permisible de contaminantes en los sedimentos, el Canadá cuenta con una serie clara de directrices científicas para determinar los riesgos. Se conocen como directrices sobre la calidad de los sedimentos para la protección de la vida acuática y establecen las concentraciones exactas a las que la contaminación por mercurio supone una amenaza para la vida en agua dulce.
Este comunicado de prensa y el informe 'Poisoned Ground' se publicaron originalmente en inglés el 27 de marzo. En caso de discrepancias o falta de claridad en las versiones traducidas, por favor, consulte la versión original en inglés.