Las nuevas cifras de Global Witness elevan a 2.253 el total de asesinatos y desapariciones entre 2012 y 2024
Al menos 146 personas defensoras fueron asesinadas o desaparecieron* en todo el mundo por proteger su territorio, su comunidad o el ambiente, según demuestra un nuevo informe de Global Witness.
Esta organización dedicada a la investigación ha publicado hoy su informe anual sobre las personas defensoras del ambiente y el territorio, titulado Raíces de resistencia, en el que se indica que el número total de personas defensoras asesinadas o desaparecidas entre 2012 y 2024 asciende al menos a 2.253.
Global Witness documentó que, en América Latina, el año pasado se asesinó a 117 personas defensoras (esto es, el 82 %), 48 de ellas en Colombia, el país con el mayor número de homicidios del mundo por tercer año consecutivo. En segundo lugar, se encuentra Guatemala, donde en 2024 se asesinó a 20 personas defensoras, frente a las 4 de 2023.
Al menos 18 más murieron en México y, como mínimo, 12 en Brasil. En Filipinas se registraron siete homicidios y en Honduras e Indonesia, cinco en cada uno.
En 2024 desaparecieron un total de cuatro personas defensoras, a las que aún no se han localizado: una en Chile, una en Filipinas, una en Honduras y otra en México.
Una vez más, las víctimas de cerca de un tercio de las agresiones con consecuencias mortales eran indígenas, a pesar de que constituyen aproximadamente el 6 % de la población mundial.
La autora principal del nuevo informe de Global Witness, Laura Furones, declaró:
Año tras año, las personas que defienden el ambiente y el territorio, que protegen nuestros bosques, ríos y tierras por todo el mundo, padecen una violencia inefable. Se las persigue, acosa y asesina, pero no por infringir la ley, sino por defender la vida misma.
Luchar contra la injusticia jamás debería suponer una sentencia de muerte. Es preciso que los Gobiernos y las empresas inviertan el curso de los acontecimientos para amparar los derechos de las personas defensoras y protegerlas, en lugar de perseguirlas. Nos hacen mucha falta para preservar nuestro planeta. Y, si les damos la espalda, pondremos en peligro nuestro futuro.
De los casos del año pasado, 29 tenían un vínculo con la minería y las industrias extractivas, 8 con la explotación forestal y 4 con la agroindustria. Más del 62 % de los casos (91 de 146) estaban relacionados con la defensa de los territorios y el acceso a la tierra.
Como principales responsables se ha identificado a tres grupos: la delincuencia organizada (42 casos), servicios militares privados (17) y sicarios (13).
El nuevo informe de Global Witness insta a los Gobiernos a desarticular los sistemas de opresión que hacen posible la continuación de la violencia contra las personas defensoras. Dicha tarea comprendería abordar la ausencia de derechos sobre la tierra y el territorio de estas comunidades, reforzar los endebles sistemas jurídicos nacionales y garantizar que las personas defensoras en peligro reciban una protección adecuada del Estado, cuestiones que se ponen de relieve en los estudios de caso del informe.
En palabras de la defensora colombiana Jani Silva:
Como muestra este informe, la inmensa mayoría de personas defensoras a las que se ataca no desempeñan su labor por decisión propia. Yo tampoco. Nos dedicamos al activismo porque nuestro hogar, territorio, comunidad y hasta nuestra vida se ven amenazados. Queda muchísimo por hacer para garantizar que las comunidades puedan ejercer sus derechos y que quienes las apoyan reciban protección.
Si bien los casos documentados de homicidios y desapariciones de 2024 son inferiores a las del año anterior (146 frente a las 196 de 2023), otras agresiones para silenciar a las personas defensoras, como las detenciones ilegales y la criminalización, van en aumento en todo el mundo.
En los últimos años, el uso de la criminalización se ha multiplicado en lugares como los Estados Unidos, el Reino Unido, Australia y la Unión Europea, al promulgarse nuevas leyes draconianas que dan lugar a condenas injustasdesproporcionadamente largas para quienes protestan por el cambio climático. Por todo el mundo, los gobiernos utilizan la ley para atacar a las personas defensoras y obstaculizar su activismo, con acusaciones de delitos como evasión fiscal o terrorismo.
Rachel Cox, asesora principal de campañas de Global Witness, afirmó:
Gobiernos del mundo entero hacen uso de sus sistemas jurídicos como instrumento para silenciar a quienes alzan la voz en defensa de nuestro planeta.
En un contexto dominado por el uso desenfrenado de los recursos, las crecientes presiones ejercidas sobre el ambiente y la oportunidad cada vez más reducida de limitar el calentamiento global a 1,5 °C, tratan a quienes defienden el ambiente y el territorio como si fueran un verdadero estorbo, en lugar de como canarios en una mina de carbón a punto de explotar.
Mientras tanto, los Gobiernos no sancionan los ataques a las personas defensoras, lo que perpetúa los asesinatos sin consecuencias. Quienes dirigen el mundo deben asumir el rol que les corresponde para acabar con esta situación de una vez por todas.
Metodología
*Desde 2012, Global Witness ha documentado el asesinato y desaparición de personas defensoras del ambiente y el territorio en todo el mundo. En el pasado, incluíamos las desapariciones en la cifra global de «personas asesinadas» cuando una persona defensora llevaba más de seis meses desaparecida. En aras de la claridad, ahora hacemos una distinción entre asesinatos y desapariciones y seguiremos haciéndolo en futuros informes.
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