- Varios bancos mundiales, entre los que figuran J.P. Morgan, Bank of America, HSBC, Santander y BBVA, han transferido, en los últimos tres años, 1700 millones de dólares a empresas que están destruyendo el Gran Chaco paraguayo, un bosque esencial para el equilibrio térmico del planeta, según revela un nuevo análisis.
- Esta financiación ha provocado la deforestación de un área casi del tamaño de la ciudad de Nueva York, poniendo en peligro al grupo indígena Ayoreo Totobiegosode, parcialmente aislado.
- Recientemente se ha revelado que J.P. Morgan y HSBC se encuentran entre los numerosos bancos que enviaron grupos de presión a la COP16, la cumbre de la ONU sobre biodiversidad, celebrada en Cali (Colombia).
- La inversión continuada de estos bancos en deforestación pone de manifiesto la debilidad de sus compromisos voluntarios de sostenibilidad.
- Global Witness insta a los dirigentes a aplicar urgentemente una legislación que aborde el papel del sector financiero como impulsor de la deforestación.
Martes 10 de diciembre de 2024, Londres: 10 grandes bancos de EE.UU., Reino Unido y la UE, entre los que figuran J.P. Morgan, Bank of America, HSBC, Santander y BBVA, han financiado a empresas que impulsan la deforestación a gran escala en el Gran Chaco paraguayo, un bosque esencial para el equilibrio climático del planeta, según una nueva investigación de Global Witness.
El análisis hace un seguimiento de las inversiones en Minerva Foods y Frigorífico Concepción, grandes empresas cárnicas que, según demostró Global Witness el mes pasado, se abastecían de 16 empresas ganaderas responsables de más de 75 000 hectáreas de deforestación en el Gran Chaco, una superficie casi del tamaño de la ciudad de Nueva York.
Esta destrucción amenaza a los Ayoreo Totobiegosode, uno de los últimos grupos indígenas que viven parcialmente sin contacto en Sudamérica, cuyas tierras y cultura corren peligro por la deforestación impulsada por el ganado.
Hoy, un nuevo análisis revela que 10 gigantes financieros han transferido 1700 millones de dólares a estas empresas en solo tres años.
Los grandes bancos estadounidenses encabezan la lista de entidades crediticias, ya que J.P. Morgan y Bank of America suman por sí solos el 56 % de esta financiación, con más de 900 millones de dólares en créditos a las dos empresas cárnicas entre 2021 y 2023.
Se reveló que HSBC era el tercer mayor financiador, con una aportación de 210 millones de dólares a Minerva Foods, mientras que Rabobank, con sede en los Países Bajos, aportó 198 millones. Dos bancos españoles, Santander y BBVA, proporcionaron en conjunto casi 200 millones de dólares a Minerva Foods.
El análisis demuestra la ineficacia de los compromisos voluntarios de sostenibilidad de los bancos.
Pese a que HSBC, Rabobank, Mitsubishi UFJ y BBVA disponen de políticas para eliminar la deforestación de las inversiones en materias primas forestales de «alto riesgo», los cuatro siguieron financiando a empresas vinculadas a la deforestación en Paraguay.
La financiación de empresas vinculadas a la deforestación en el Gran Chaco refleja una tendencia más amplia en la que las instituciones financieras no están alineando sus carteras con los compromisos contra la deforestación, como señala la reciente evaluación de Forest500 sobre las políticas contra la deforestación.
Ashley Thomson, asesora sénior de políticas estadounidenses de Global Witness, ha declarado lo siguiente:
«Estos resultados revelan hasta qué punto los bancos estadounidenses están financiando la destrucción del bosque del Gran Chaco paraguayo, y cómo son cómplices incluso las instituciones financieras que han adquirido compromisos medioambientales voluntarios.
Los líderes mundiales deben tomar medidas urgentes para hacer frente a las prácticas financieras erradas que están provocando la destrucción de los ecosistemas de nuestro planeta. Deben introducir salvaguardias más estrictas que responsabilicen a los bancos de su papel en la financiación de operaciones perjudiciales para el medio ambiente».
Guede*, representante del grupo indígena, habló con Global Witness el mes pasado en Paraguay y explicó lo siguiente:
«Si los Ayoreo dejan de existir, Paraguay perdería una parte de su espíritu fundamental. Si desaparecen nuestras tierras, el país dejaría de disponer también de uno de sus grandes recursos de preservación que, en el caso de Paraguay, se encuentran en los territorios indígenas. Las autoridades deben actuar ahora para proteger el futuro».