La minería de los metales para construir coches eléctricos, turbinas eólicas, paneles solares y redes eléctricas se vinculó a más de 300 incidentes de violencia, protestas y muertes entre 2021 y 2023. 

Jueves, 7 de noviembre de 2024, Londres. Un nuevo análisis de Global Witness muestra que la minería de los metales usados en la creación de las tecnologías renovables necesarias para cumplir los objetivos del cambio climático está desatando el malestar social y la violencia, desde Argentina a la República Democrática del Congo e Indonesia.  

Los incidentes incluyen enfrentamientos mortales entre manifestantes y la policía, comunidades que han perdido sus tierras, marchas pacíficas, mineros artesanales enfadados por las condiciones laborales y personas que desean proteger el medio ambiente. 

La mayor parte del malestar vinculado a los minerales de transición tiene lugar en países de menor riqueza, si bien son las empresas de los países más ricos y los que consumen la mayoría de los minerales las que se llevan la mayoría de los beneficios.  

Nuestro nuevo informe, elaborado en asociación con African Resources Watch (AFREWATCH) y Jaringan Advokasi Tambang (JATAM), constató lo siguiente: 

334 incidentes de violencia y protestas entre 2021 y 2023, lo que representa una media anual de 111 incidentes. 

Casi el 90 % de los incidentes se produjo en países con economías emergentes o en desarrollo.  

Entre el 71 % y el 81 % de la producción minera está controlada por empresas de países de economías avanzadas o grandes países consumidores.  

Se prevé que entre 2021 y 2028 la minería del cobre aumente más del 25 %, la del cobalto más del 100 %, la del litio más del 300 % y la del níquel más del 75 %.  

Mientras los líderes mundiales se reúnen en el COP29 y el Foro de la Paz de París, Global Witness aboga por que: 

  1. Los países en los que se consumen los minerales y en los que tienen su sede las empresas mineras compartan los beneficios de la minería con los países productores y adopten y hagan cumplir normas que protejan los derechos de las personas y el medio ambiente afectados por la minería.  
  2. Los países en los que tienen lugar las actividades mineras hagan cumplir leyes que protejan los derechos humanos, los derechos laborales y el medio ambiente afectados por la minería, lo que incluye garantizar una participación pública significativa durante las decisiones sobre si debe realizarse la explotación minera y el respeto de los derechos de consentimiento libre, previo e informado.  
  3. Los países productores y consumidores trabajen juntos para supervisar y subsanar los impactos de la minería de los minerales de transición en los derechos humanos y el medio ambiente. 
  4. Los países cumplan objetivos climáticos fundamentales al tiempo que contienen el consumo de minerales críticos al priorizar la eficiencia energética y cambian a economías circulares. 

Emily Iona Stewart, jefa de Política y Relaciones con la UE de Global Witness: 

«La lucha contra la emergencia climática es una lucha para salvar a la humanidad y al planeta. La transición energética no puede producirse a costa de las personas, especialmente de aquellas que viven en países menos ricos y que ya están sufriendo las consecuencias del clima extremo y del daño en las infraestructuras. Es fundamental que la minería de los minerales de transición se realice de forma responsable y sostenible. El mundo será un lugar menos estable y menos justo si la minería de minerales de transición sigue aumentando la desigualdad entre los países más pobres y los más ricos».